Proseguimos nuevamente con las aventuras de nuestros esforzados personajes
por las salvajes tierras de la Era Hyboria. Los dejamos la última vez tras la
pista del tesoro de Vaclan el Negro y nos los encontramos todavía embarcados en
un navío pirata, el Dragón Carmesí. Como habréis ido viendo, sus andanzas los
han conducido cada vez más al sur, acercándose hacia los denominados Reinos
Negros. Al grupo al cual les dirijo estas aventuras uno de los personajes es un
miembro de una de estas tribus y, aunque lo cierto es que se ha adaptado
bastante bien a la vida salvaje de los reinos situados más al norte, no deja de
añorar de vez en cuando las cálidas tierras selváticas donde nació, más en las
historias que están jugando ahora y ambientadas todas ellas en el helado norte,
desde Vanaheim a Hyperborea. Y es que qué queréis que os diga, entre ir casi en
cueros a tener que hacerlo convertido en un muñeco cubierto de capas y capas de
ropa para soportar las heladas temperaturas…
Pero bueno, ciñéndonos a la aventura que hoy nos ocupa, nuestros personajes
van a tener la opción de hacerse los líderes de los piratas, pero, aunque lo
consigan, la dicha no dura eternamente, y no tardarán en ser capturados por los
piratas barachanos. Con el destino incierto una fuerte tormenta vendrá a
aliarse con sus intereses, y finalmente el barco pirata terminará
embarrancando. Atacados por los nativos del lugar, son liberados a cambio de su
ayuda para poder salir de allí con vida; pero las cosas no van a ser tan
sencillas, y tras varias peripecias terminarán luchando en la arena contra todo
tipo de extraños seres, en una parodia de lo que podrían ser las luchas de
gladiadores en la antigua Roma. Con su vida pendiendo de un hilo, sólo la huida
les garantizará alguna mínima posibilidad de supervivencia, y como héroes que
son es de esperar que lo logren.
Si lo logran, la tribu de los gahata, los mismos por los cuales se vieron
obligados a pasar tan desagradable trance, los recibirán con los brazos
abiertos y quien sabe si algo más…
Estamos ante una aventura que puede ser jugada en una sola jornada, dos a
los sumo si no se alarga demasiado. En nuestras partidas, todas hasta la fecha
sobre el mundo de Conan, cada historia nos ha durado una jornada completa, y
con tal fin están escritas. Pero hasta este momento tan solo ha habido una baja
en el grupo –y cuando llegue el momento en que se produjo ya os lo contaré,
aunque aún falta bastante para que lleguemos –y gracias a este hecho la
sucesión de historias cortas han proporcionado a los personajes unos lazos
fuertes y resistentes, además de dotarlos de unos trasfondos que no han hecho
sino aumentar esta unión. No es una campaña al uso al no tener un hilo
argumental único, pero si que la continuidad podría hacer pasar la sucesión de
historias cortas por una sola más extensa.
Que Crom os guíe!!!